¿Qué me pasa?

Estreñimiento

El estreñimiento no es una enfermedad sino un síntoma que puede manifestarse de distintas formas: necesidad de hacer un gran esfuerzo para defecar, realizar defecaciones duras o defecar muy esporádicamente (menos de una defecación cada tres días), de forma que el paciente lo perciba como insuficiente.

La frecuencia normal de las defecaciones es muy variable, oscila desde tres deposiciones al día hasta una cada tres días. El estreñimiento se considera crónico si presenta dos o más los síntomas antes referidos en los últimos tres meses.

Existen múltiples hábitos, enfermedades y fármacos que pueden inducir estreñimiento. Se incluyen una dieta inadecuada (insuficiente fibra y pobre ingesta hídrica), el sedentarismo o el estrés. Numerosos medicamentos (antidepresivos, estupefacientes, hierro oral) o el efecto rebote del abuso de laxantes incide en un inadecuado tránsito intestinal. Trastornos orgánicos como desórdenes alimenticios, trastornos neurológicos y hormonales (diabetes mellitus, hipotiroidismo) también contribuyen al estreñimiento.

¿Cómo se trata el estreñimiento?

El estreñimiento debe tratarse cuando se perciba como un problema por el paciente. En los casos en que se identifiquen factores desencadenantes se eliminarán si es posible. De nuevo resaltaremos la importancia de adecuados hábitos higiénico-dietéticos como son la adecuada ingesta de fibra y agua y evitar la defecación cuando se siente el deseo de evacuar. Un modo de vida activo es muy importante. Si tras estas modificaciones no mejora debe iniciarse el tratamiento farmacológico mediante laxantes de distintos tipos.