Consiste en el escape involuntario de las heces, tanto líquidas como sólidas y también de los gases. Produce un gran impacto negativo en la calidad de vida del paciente que lo padece interfiriendo en su trabajo y en su vida social.
Es una patología multifactorial secundaria a varias alteraciones, enfermedades o lesiones que concurren a lo largo de los años y generan incontinencia. Un factor bien conocido es el trabajo de parto que ocasiona desgarro o rotura de los esfínteres del ano. Cirugías anales y traumatismos anoperineales también pueden ocasionarla. Otra de las causas es el envejecimiento de los músculos anales y de la pelvis, evento que es especialmente importante en las mujeres, porque presentan más factores de riesgo que los varones (embarazos, partos vaginales y mayor hábito estreñido).
El tratamiento inicial es higiénico-dietético y farmacológico según necesidad, para modificar la frecuencia y consistencia de las heces. El siguiente escalón terapeútico es la rehabilitación, que permite al paciente reconocer y fortalecer los músculos encargadaos de la continencia («biofeedback»). Adicionalmente puede ser necesaria la estimulación nerviosa de los músculos anales mediante estimulación del nervio tibial posterior (técnica que se realiza en la consulta y no es dolorosa) o mediante neuromodulación sacra (procedimiento que se realiza en quirófano y en dos fases). Cuando existe desgarro muscular puede realizarse la reparación quirúrgica del desgarro anal. El tratamiento es habitualmente combinado y progresivo.